El cultivo del azafrán en Villarrobledo ha llegado a la Feria de Albacete

El stand de la Junta de Comunidades en la Feria de Albacete y dentro de su ciclo “Albacete, Tierra de Sabores”, ha destinado este último día de Feria al azafrán, invitando, para darlo a conocer a localidades como Lezuza, la pedanía albaceteña de Santa Ana y Villarrobledo, que ha contado con la representación de la Teniente de Alcalde, Cristina García y de Carlos Fernández Segovia, productor de azafrán en nuestra localidad y miembro del patronato de la DO Azafrán de la Mancha.

En este marco, Cristina García ha trasladado la pasión por el cultivo que existe en la localidad explicando las raíces históricas del mismo para lo que ha mostrado archivos municipales que acreditan la existencia del azafrán en Villarrobledo desde hace siglos.

García ha explicado que el azafrán “no es un producto agrícola más, sino que forma parte del patrimonio histórico de la región y como tal ha de ser tratado y cuidado”, destacando que Villarrobledo sea uno de los productores de azafrán que forma parte de la DO y que familias como Fernández Segovia siga apostando por este cultivo que suma al crecimiento y diversidad de nuestra ciudad.

La presentación, al igual que durante las jornadas previas, ha contado con la presencia del delegado de la Junta de Comunidades en la Provincia de Albacete, Pedro Antonio Ruiz Santos; así como del delegado responsable del área de Agricultura, Ramón Sáez, a quienes se ha unido el consejero de Agricultura, Julián Martínez Lizán.



Así, durante la mañana de este 17 de septiembre se ha puesto en valor que el Azafrán de La Mancha es la única especia reconocida en toda España con Denominación de Origen, un cultivo que ha cerrado la campaña de 2024 con una producción total de 349,5 kilos.

Desde el Patronato de la D.O Azafrán de La Mancha, Carlos Fernández Segovia, ha explicado
que la Denominación cuenta con 250 productores adscritos, 355 municipios autorizados y 9
empresas activas para su comercialización. Además, ha lamentado las cifras de producción a la
baja de en las últimas campañas, con retos importantes como la falta de mano de obra cualificada, y la ausencia de automatismos, siendo un cultivo, a día de hoy, prácticamente artesanal.

Fernández Segovia además es productor desde el año 2016 que se inició en el cultivo del azafrán, con 1,000 metros cuadrados, generando después su propia marca, “Azafrán Desbrín” y ha provechado su intervención para animar a la iniciativa privada a desarrollar tecnología y enfrentarse así los retos de la producción, y a la ciudadanía, a volver a consumir este producto, así como a distinguirlo en el lineal. Para ello, ha explicado: es importante buscar el sello de autenticidad en el logotipo de la DO.

Con intención de tener más fuerza para afrontar los importantes retos a los que se enfrenta el azafrán, sobre todo en materia de innovación y desarrollo se ha creado OPAZ, la primera organización de productores de azafrán, con más de 80 socios, manifestando su apuesta porque el azafrán vuelva a recuperar su fuerza y su potencial.

Concluye destacando las connotaciones tradicionales y culturales de este cultivo, instando a trabajar para no perderlo.

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